
Hace un par de semanas se publicó el informe que sentará las bases para la futura ley de alcohol y que quiere acabar con el 'botellón' y los comas etílicos en menores. El documento recomienda retrasar la edad de inicio en el consumo hasta los 18 años y para conseguirlo prevé, entre otras medidas, la incorporación de sanciones económicas a los padres de los menores que beban. ¿Hasta qué punto esta propuesta alcanzará los objetivos que se marca?
¿Las sanciones económicas son eficaces?
Aunque los titulares de la mayoría de los medios no hagan referencia sobre este tema, el informe afirma que no hay unanimidad entre la comunidad de expertos sobre la eficacia de incrementar las sanciones económicas dado el bajo impacto que han tenido otras propuestas similares tanto en el ámbito local como autonómico. También se explica que para que sean efectivas, las propuestas deberían contar necesariamente con la coordinación entre diferentes ámbitos -sociales, económicos, familiares, sanitarios.
Proyecto Allcool: ¿cómo beben los y las jóvenes del sur de Europa?
Justamente este carácter comunitario de las intervenciones es uno de los puntos clave sobre los que Spora Sinergias trabajamos durante la presentación en el Parlamento Europeo de las conclusiones del proyecto Allcool. Esta investigación, financiada por la Comisión Europea, analiza los usos y los comportamientos de jóvenes de entre 18 y 29 años de tres ciudades del sur de Europa (Tarragona, Oporto y Bologna) en relación con el consumo intensivo de alcohol, también conocido como 'Heavy Episodic Drinking' (HED). Una vez recogidos los datos, se han elaborado recomendaciones para políticas públicas y de intervención comunitaria. Pero ¿qué es el HED? Consiste en beber 5 unidades de alcohol (1 Unidad = un vaso de vino o copa de cerveza) en una sola ocasión.
Cuanto más jóvenes, más rápido beben; cuanto más mayores, más cantidad beben
La pauta más común es que los y las jóvenes beben intensamente (HED) más de una vez al mes. Concretamente, lo hace un 65,5% de quienes y un 22,6% de estos afirma que llega a estos niveles de consumo de alcohol entre una y dos veces por semana. Un 33,8% dice que lo hacen entre 2 y 3 veces al mes. Aproximadamente, 1 de cada 4 veces que se consume alcohol se da un HED. En cuanto a la edad, los datos obtenidos revelan que cuanto más jóvenes (entre 18 y 21 años) más rápido beben (en menos de 2 horas). A medida que se hacen mayores (de los 22 a los 25), beben más pero en un intervalo de tiempo mayor. Y entre los 26 y 29 años beben menos y de forma aún menos intensiva
Las ‘borracheras’ y la gestión de sus consecuencias son un asunto grupal
Una de las conclusiones del estudio es que mientras en los países del norte de Europa la responsabilidad de gestionar las consecuencias negativas del consumo de alcohol recae en el individuo, los y las jóvenes del sur de Europa comparten una lógica colectiva tanto en el momento de decidir cómo consumir alcohol como en el momento de hacerse cargo de las consecuencias que conllevan un consumo excesivo, es decir, todos aquellos comportamientos relacionados con el cuidado de los demás. Entre las prácticas de protección que comparten encontramos: asegurarse de beber con personas que las pueden cuidar si beben demasiado, salir con personas que conocen y confían, o volver a casa acompañados de amigos o amigas.
La 'resaca moral' y algunos elementos a tener en cuenta para elaborar recomendaciones de intervención
En el momento de elaborar recomendaciones para prevenir el consumo intensivo de alcohol es necesario tener en cuenta que las prácticas y los valores relacionados con el consumo de alcohol no tienen que ver únicamente en la decisión racional del individuo sino que se construyen colectivamente y en un contexto social determinado. Por eso hay que implicar a los múltiples agentes de este ámbito y trabajar conjuntamente: grupos de iguales de jóvenes, profesionales educativos, representantes de la administración local, policía local, promotores de ocio nocturno, empresas productoras de alcohol, etc. Algunas de las medidas de intervención comunitaria propuestas por el proyecto Allcool son:
- Informar sobre consecuencias inmediatas, relacionales y sociales del consumo de alcohol. La investigación pone de manifiesto que lo que más preocupa a los y las jóvenes es la conocida 'resaca moral', como por ejemplo: tener lagunas mentales, sentirse avergonzado o arrepentirse de haber dicho algo, de haber perdido el control o haber mantenido relaciones sexuales sin protección.
- Dirigir los mensajes de las intervenciones preferiblemente a los grupos de iguales más que los individuos.
- Adoptar una perspectiva de género en las intervenciones, evitando mensajes que responsabilicen a las víctimas de acoso sexual por no haberse 'controlado'. El alcohol no justifica las conductas de acoso.
- Aportar herramientas para que los y las jóvenes puedan medir el consumo de alcohol.
- Crear equipos de información formados por jóvenes (jóvenes agentes de salud).
El proyecto Allcool ha sido elaborado por Spora Sinergies, Apdes, AUSL Bologna y cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Tarragona.